Fanfict urbano.

El me dijo "dejé a mi novia" . Yo lo miré con cara de "tengo un buzo naranja" . Otra vez la misma historia. ¿Qué se pensaba? No entiendo. Si doy pinta de gato, que alguien me avise. Si quiere dar vueltas que se tome un 145, que demora tres dias en llegar a destino. ¿Por qué me elige a mi para jugar a ser Dios? Me encantaria una explicacion, pero siempre fui muy cobarde; por no decir cagona. Ese dia me desperte decidida, con la intencion de mandarlo a la reverenda mierda. Me vestí, me pinté la cara. Salí caminando con toda la fuerza con la que cuento. Lo ví y todos mis planes se fueron a la papelera de reciclaje. Tal vez mi cerebro necesita un reciclaje, tanta obsesión lo dañó.