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Todo muy lindo con la Navidad, paz y amor. Pero es una chotada real entrar a un supermercado el 20 de noviembre y ver que todo se tiñó de rojo y verte. O si no peor, empleados con gorritos diciendote Feliz navidad, solo porque se te dio por comprar un chicle. Todo muy lindo con la Navidad, paz y amor. Pero  los pendejos fuimos/son/serán idiotas. Es bastante facil la ecuacion: tenés que hacerle la cartita a papá noel + en la tele pasan reclames de juguetes aproximadamente 38 horas al dia = papá noel no existe, tus padres se pasan mirando la tele para ver que juguete sale mas barato y qué cara pones cuando los ves, si te gustan o no. Entonces, por qué tenemos que esperar a que venga el primo malo a decirnos que papá noel no existe? No mentira, eso no es justo; yo le dije a mi primo que no existia, pero solo por diversion. Alguna vez les conte mi choque con la cruel realidad? Paso a contarlo: cuando tenia 7 años {si, ya se: era tremenda pelotuda que ya sabia ir al baño sola pero seguia creyendo que todos los años un gordo se metia por la chimenea a traerte justo lo que pediste, aunque no entendia como hacia para pasar por todas las casas del mundo en un minuto} festejamos navidad en mi casa. Desde el jardin de mi casa podes ver la ventana de mi cuarto, y la del cuarto de mis padres. Y en el jardín estaba yo, jugando inocentemente con algun regalo viejo, cuando sucedió. La persiana del cuarto de mis padres estaba levantada (qué raro!) y fui a fijarme. Asomé la cabeza y estaba mi tía metiendo regalos abajo de la cama de mis padres. Oh cielos, desilucion, decepcion, desencanto y mas cosas que empiezan con des. Para peor, mi tía me dijo: no le digas a tu primo. Como si ya de entrada el mundo asumiera que sabía la verdad, y la unica preocupacion fuera no alarmar a mi primo. Como buena pendeja resentida, fui y le dije: papá noel no existe.  
Y se puso a llorar. Lo disfruté.