en el nombre de la muerte



La muerte no tiene nombre, porque no hay un sentimiento que la defina. Saber que una voz se dejó de oir, que un par de ojos dejó de ver; no tiene nombre. Vivimos en una burbuja, que este dolor simplemente revienta. Si el cielo está lleno de estrellas, es porque cada vez que una muere, otra nace. No quiere decir que sean lo mismo; en la vida todo es reemplazable, pero nada es idéntico. La muerte revela la humanidad de la gente. Personas frías, poco sentimentales; que frente a la muerte se desmoronan. Me quedo con una frase que escuché hace años: La muerte debe ser un lugar tan lindo que nadie quiere volver.