shake it out



   Me gusta pensar en el mundo como algo continuo. Algo constante, que nunca frena. Inconscientemente planificamos todo. Esperamos que las cosas recorran el camino deseado; esperamos que la vida conduzca a un final feliz. Pero no nos detenemos a pensar que nunca llegamos a un final verdadero. Todo conduce a otra etapa, a otro momento, a otra situación. Las nubes que cubrían el sol hace dos meses en Latinoamérica son las que anuncian la tormenta en Turquía esta noche. Dejando de lado el aspecto físico, ¿no es una buena forma de analizarlo? Todo es cíclico, está en constante movimiento. La satisfacción está en disfrutar cada segundo. En aprender qué momentos dejar ir, a qué momentos aferrarse. Y aprovechar estos últimos al máximo.