ur arms


– No sé qué contestar cuando me manda esos mensajes. 
– ¿Por qué? 
– Porque nunca fui una persona "cursi". No me nace escribir páginas llenas de dulzura, no sé que hacer cuando me manda estos mensajes. Lo quiero, mucho, pero siento que no puedo correspondérselo.
– Deberías cuestionártelo. 
– No creo que sea un tema de cuestionar.
– No me entendiste. Por algo estás sintiendo eso. ¿Puede ser que estés en un nivel más bajo de la relación? Con respecto a él, digo.
– Claro que es eso. Lo tengo perfectamente asumido. Y no sabés cuánto me duele asumirlo. Pero me parece un enfoque realista. No puedo decirle a alguien que lo quiero como nunca podría querer a nadie, porque no sé qué va a pasar el resto de mi vida. Creo que él me idealiza, porque nunca antes sintió eso por nadie. A mi no me gusta poner metas. No quiero pensar en casarme, en tener hijos. No quiero llegar a decirle "te amo". Porque me gusta vivir cada minuto, disfrutarlo. Y si un día se termina, lo recordaré con cariño. No sabría qué hacer si me dice que me ama. Le tengo pánico a ese momento, porque no existe forma de que se tome a bien que no siento lo mismo. Por eso sufro en silencio, porque creo que la vida es demasiado larga como para hablar de amor eterno.