invivible



 ¿Nunca te pusiste a pensar en todas las cosas que no vas a vivir? ¿Nunca pensaste en todas esas vivencias que la muerte te va a robar? Un grito agónico. Si la vida, desde su creación, fuese una película; cada humano podría ver apenas un minuto. Aunque te arrastres para recuperar minutos, aunque te desveles pensando en el futuro; todo va a llegar en su momento. Siempre pasa lo mismo. Nos  sentamos a pensar en la muerte. Proponemos teorías: ¿será un lugar? ¿será una emoción? ¿será la oscuridad misma?. Intentamos hacer un cambio. Durante un tiempo indeterminado, vivimos cada momento a pleno. Aprovechamos oportunidades, arriesgamos aún en las cosas más inverosímiles de la vida. Nos creemos audaces frente al más mínimo cambio. Y después, la rutina. Suponemos que hacer locuras nos salva de la muerte. Días, semanas, incluso meses después, descubrimos que no. Que la vida sigue, que es mucho más que un momento de impulso. La vida, para poder ser llamada "vida", tiene que ser trabajada. Tiene que ser el perfecto equilibrio de la mesura con la locura. De la decencia con la incoherencia. Del fuego con el viento. Porque todos mueren, pero no todos viven.