deseos de cosas imposibles



     No te preocupes por mí. Tengo un manual completo de cómo actuar en estas situaciones. A veces salgo a andar en bicicleta, a veces boxeo con las paredes. Otras simplemente me acuesto a mirar el techo, esperando. No me preguntes qué espero, porque no lo sé. No espero respuestas porque aprendí a acutar por inercia; aprendí qué hacer cuando alguien se va, así como te fuiste vos. Un par de cuadras con la cabeza baja, un par de canciones con notas graves, un par de gotas a cada lado de la cara. Un par de noches durmiendo contra una esquina de la cama, como si estuviese tu brazo abajo de mi cabeza. Cada vez me recupero antes. Cada vez amanezco más temprano de aquella oscuridad que envuelve al abandono. Pero sigo esperando. No me preguntes qué espero, porque no lo sé. A veces sólo espero poder borrar el manual de mi mente.